Cambio de aire...

Odiaba esa sensación, la odiaba con todas mis fuerzas
y es posible que esa fuera la gran causa de todo.
Odiaba demasiadas cosas, de la gente y sobretodo de
mi misma y toda la fuerza que malgastaba en ello me
hacía muy pequeña, tanto que ni yo misma era capaz
de verme frente al espejo. Y es difícil ser capaz de verlo
y cambiarlo, es algo que se aferra a ti de tal forma que
parece que no lo puedas controlar. Y fue el cambio de
aire lo que realmente me abrió los ojos y me di cuenta
que todo este tiempo atrás, no había estado haciendo
otra cosa que ahogarme con una soga que yo misma
había construido. Necesitaba un respiro, y ni yo misma
sabía cuanto lo necesitaba. Tanto tiempo fingiendo
sobre tantas cosas... me había cegado a mi misma para
no aceptar lo que realmente me consumía por dentro,
mi propio odio.

El muro..

Las personas se vuelven negativas con el paso del tiempo, 

con tantas caídas y tantos golpes, acaban cansadas de muchas

cosas, y después de comerte el muro varias veces... hay cosas

que las ves venir. Pero quizás un día sin darte cuenta o saber

muy bien porqué tu mente negativa vuelve a ver algo positivo 

en el camino por el que vas y tu cabeza deja de decirte que no

a todo y te dice que confíes. Es entonces cuando el corazón 

aparece, malherido del último golpe que te diste y te dice que

cuidado, que no acabes de confiar del todo, que el muro 

puede no estar muy lejos. Dudas. Vuelves a dudar, pero otra

vez sin poder evitarlo, tu corazón empieza a ver algo positivo

en todo esto y empieza a confiar un poco a pesar de ver el 

muro a lo lejos. 

Esa marchita flor

Es triste ver como cada día esa rosa que te enamoró con su color y su belleza se marchita dejando volar la esencia que la hacía única. Es triste ver como pasa el tiempo y darte cuenta que eres el reflejo de aquella marchita flor. Es triste tener la necesidad de cambiar y no saber cómo. Y es que quizás es la misma tristeza la que provoca que por una causa u otra, nos sintamos atrapados en una rutina de la que es difícil salir.

Tan solo un poco más neutral

- Dices que me notas rara, que cuando me miras
ya no ves a la misma persona que hace un tiempo
conociste, y la verdad es que tienes toda la razón.
Ya no soy la misma persona, y quizás no sea ni
parecida a la que era, y ¿sabes que es lo mejor de
todo? Que no estoy segura de que me guste esta
nueva yo que día a día aleja esa alegría que tanto
me caracterizaba y atrae tan solo una ausencia de
sentimientos.

- ¿Ausencia de sentimientos? ¿Qué se supone que
significa eso?

- Quizás antes dejaba que las cosas me afectaran
de una forma más intensa, tanto para bien como
para mal. La ilusión era gigante cuando venía y
el golpe de la desilusión era también de ese tamaño,
ahora tan solo es todo un poco más neutral.

Miedo...

Un día alguien me preguntó cuál era mi mayor miedo
y en ese momento no sabía la respuesta, aún no te
conocía.
Tú eres mi mayor miedo, que después de desaparecer
sigues estando tan dentro de mi. Tú eres la gran herida
que no me deja ver miles de cosas maravillosas, que hace
que sienta miedo a cada paso que doy, por si el mismo
roce del aire hace que esa gran herida no se cure jamás.

Mi mayor miedo... vivir eternamente con el alma rota.

Reflexiones con uno mismo

De que vale decir que se es sincero si al primero que

te mientes es a ti mismo...

De que vale decir que lo importante es mirar hacia delante

cuando no dejas de mirar al retrovisor...

De que vale decir tantas cosas, si después no hacemos ninguna...

Sé real contigo mismo para poder serlo con los demás,

no te mientas y solo así podrás aceptar ese pasado que tanto 

pretendes esquivar. Sé tu mismo ante todo, la gente va y viene,

pero tú, tú tendrás que soportarte toda la vida.

Por siempre

Cuando el amor llega hasta lo más profundo del corazón y se
graba, el dolor se sentirá por siempre. Los amores que quedan
a ras de piel, el mismo agua de lluvia los cura. Es por eso que
mi corazón sangra cada día, quizás ya no con la misma intensidad
pero si que habrá dolor, por siempre.

Volar sin alas

Mil formas de expresar los sentimientos. Mil sentimientos por 
expresar y tan solo un beso sincero que me pueda enamorar.
Y volver a sentir que no controlas tu cuerpo, que el olor de 
esa persona te atrae cada día más y dejarte llevar por el 
momento, volar sin miedo a caer, volar sin alas como en sueños.

Algo ha cambiado!

Despertar y mirar por la ventana, otra vez lloviendo.

Mirar al espejo y ver algo distinto en ti, pero no sabes

muy bien que es. Llevas unos días esforzándote por

cambiar y quizás estés viendo esos cambios reflejados

en el espejo, pero no. El nudo que no te dejaba apenas

hablar hace unos días ahora parece ser más pequeño.

Pones la música y cantas sin ningún tipo de miedo, y al 

acabar esa canción, ves que realmente algo ha cambiado,

tu forma de ver el mundo. Vuelves al espejo y sonríes.

Sentir que eres capaz de hacer cualquier cosa, que 

pase lo que pase, podrás superarlo y seguir hacia delante,

es una de las mejores sensaciones.

En la profundidad de las sombras...

Existen miles de cosas que, aunque muchas veces no las veamos
están ahí, escondidas en cada sombra del camino. Quizás mires a tu 
alrededor y no veas ninguna de ellas, ¡hoy hay un sol radiante!
Pero cuando ese sol se ausenta, en toda esa oscuridad, de nada
sirven las apariencias, y es entonces cuando todas esas sombras 
escondidas en lo más profundo de nosotros mismos salen sin
necesidad de dar explicaciones. Cada una de ellas susurra
palabras de libertad para el alma, dejando volar las emociones,
los sentimientos y los recuerdos. 

En noches como esta, en noches de reflexión, nos damos cuenta
que en esa profundidad, aun llena de sombras y rodeados de 
la oscura noche, todo se ve tal y como es, sin máscaras por
lo que nos pueda rodear, tan solo sinceridad interior.