martes, 7 de diciembre de 2010

Una gran subida...

Mi mente es consciente de todo lo que pasa, consciente de sus propias decisiones... ¿porque iba a estar mal si es lo que yo he decidido hacer? Duermo tranquila y no me arrepiento para nada de haber tirado la toalla aunque se que nunca sirvió de nada intentar sujetarla. Es imposible intentar subir la montaña de la felicidad con una mochila que pesa mas que tu, es imposible... Piensa! no necesitas la mochila para nada, yo la he tirado y estoy subiendo, si no consigo subir será porque el cansancio me vence, no porque alguna cosa me lo impida. No hay nada mejor que conseguir la felicidad sin ayuda de nadie, creyendo en ti mismo y sintiendote bien.

Calor de la esperanza

Soñaré cada noche.
Reiré en cada momento.
Volaré sin alas.
Dejaré de pensar.
Volveré a ser aquella niña que un dia fui.
No pensaré en nadie mas.
Seré la que siempre he querido ser.
No tendré miedo a nada.
Empezaré a valorar lo que me rodea.
Lloraré si quiero y si no quiero no lo haré.
Moriré en el intento de ser feliz.
Pensaré siempre en las cosas buenas que me da la vida.
Abrazaré a todo aquel que necesite un abrazo.
Estaré aqui siempre para esa gente que de verdad me quiere.
Lucharé por lo que quiero.
Viviré, viviré... libre como una hoja que es arrastrada por el viento,
sin rumbo, sin direccion...ese viento que algun día me llevará junto a ti...

miércoles, 11 de agosto de 2010

¿Y mañana...?

Se que hoy no estoy del todo bien, que las heridas que tengo
todavía no son cicatriz y que tu mirada me sigue haciendo pensar
en ¿Y mañana...?

Quizás mañana todo cambie, quizás mañana despiertes y te des
cuenta de que yo soy la persona de la que estás enamorado...
Quizás mañana todo cambie, quizás mañana despiertes y yo ya
no esté cuando vengas a buscarme...

¿Y mañana, que pasará?

sábado, 1 de mayo de 2010

Encerrada en una caja de carton...

Me levanto con una ilusión inexistente y abro los ojos de una forma obligada. Me dirijo hacia la puerta e intento abrirla, pero, como cada día, esta cerrada. Me siento atrapada y lo único que puedo hacer es sentarme sobre la cama y mirar por la ventana. Veo pasar a tanta gente riendo, niños jugando, coches pasando... con una vitalidad que yo no tengo. Lo peor de todo esto es que quizás con el tiempo acabe acostumbrándome a estar así. Hay algo que me controla aun estando encerrada y que no me deja ser yo misma ni siquiera en el poco espacio que tengo. Me siento como una marioneta encerrada en una vieja caja de cartón colocada al borde de la ventana con la que alguien juega para no aburrirse. Dentro de mí existe una mezcla de sentimientos muy diferentes que hacen que me sienta mal en cada momento. No soy dueña de mi vida, no soy feliz, no me siento bien conmigo misma y me duele tener que despertar cada día y darme cuenta que sigo atrapada en esa habitación. A veces siento que corro y escapo de todo eso, que logro abrir la puerta, cortar los hilos que me sujetan y salir, pero entonces es cuando abro los ojos y me doy cuenta de que solo era uno de los miles de sueños que tengo cada día, uno de esos que por unas horas me hacen... ser feliz.

Jamas me iré del todo...

Allá voy, hacia la felicidad o la muerte, lo que el destino decida. Atrapada dentro de un cuerpo lleno de locura que no atiende a razón ninguna. Subo al único barco que queda en ese viejo muelle sin saber qué rumbo tomará y miro hacia fuera diciendo adiós con la mano. Digo adiós a todos aquellos recuerdos, a toda esa vida que tanto me hizo sufrir y a todas las personas a las que quiero y quise. El barco se empieza a mover y poco a poco voy perdiendo de vista tierra firme. Ahora a mi alrededor es todo mar, ahora sólo necesito tiempo para olvidar todos esos recuerdos que tanto daño me hacen, ahora solo me queda esperar a que el rumbo del barco en el cual estoy sea el olvido y todo habrá llegado a su fin. De repente escucho una voz conocida que viene del interior del barco. Entro y le veo a lo lejos:
- ¿Qué haces tú aquí? ¿Por qué estás aquí? Decido irme para no sufrir por ti y poder olvidarte y ahora ¿voy a tener que estar encerrada en el mismo barco que tú? ¡No me lo puedo creer!
- Siento que te moleste tanto que esté aquí, pero no podía dejar que te marcharas, no sin decirte algo antes…
- ¿Y no me lo podías haber dicho antes de que subiera a este barco?
- Lo pensé justo al verte subir, lo siento.
- Bueno, pues a ver dime, ¿Qué es eso tan importante?
- No podía ver como te ibas por mi culpa. No puedo dejar que te vayas porque estés enamorada de mí…
- ¿Por qué? Es lo mejor para los dos ¿no?
- No, es todo lo contrario. Siento haberte hecho daño pero… lo que quería decirte es que ¡te quiero!
- … - me quedé con la boca abierta y comencé a notar que me faltaba el aire.
- Te quiero y eres la persona que hace que todo mi mundo exista. Sin ti no tendría alma y no podría disfrutar de todas las cosas que tiene la vida. Sin ti, dejaría de sentir el sonido de mil gotas cayendo al suelo al mismo tiempo un día de lluvia, el calor de un rayo de luz que se cuela entre las nubes, ese aire húmedo que me llega cuando estamos en la orilla del mar, un escalofrío cuando me acaricias muy despacio, cómo baja el agua fría por mi garganta un día de verano, el frío de la calle con sólo mirar a través del cristal, mariposas dentro del estómago cada vez que te miro, que me brillan los ojos cuando sonríes con aquella canción, que vuelo cuando miro al cielo y veo miles de estrellas. Sin ti, la vida perdería su vida y con ella yo perdería la mía.

Me quedé sin palabras y solo se me ocurrió abrazarle. Teniéndole entre mis brazos me vino a la cabeza esa frase que expresaba lo que sentía. Le solté y dije:
- ¡Ahora soy realmente feliz!

jueves, 18 de marzo de 2010

Solo una última vez...

Las despedidas siempre duelen cuando quieres o
has querido a una persona y piensas que no la vas
a volver a ver NUNCA más.
- Lo siento, pero se que esto me duele más a mi
que a ti...- me dijo
- ¿Cómo piensas eso? ¿Por qué lo dices?
- Porque se que te he querido como tú nunca me
querrás...
- Lo sé, pero no por eso te va a doler más a ti que
a mi el que te vayas.
Me costó aguantarme las ganas de llorar, no quería
que la última vez que me viera, fuera entre lágrimas.
Intenté pasar lo mejor que pude nuestros últimos
momentos pero era difícil fingir estar bien cuando
sabes que en unas horas esa persona ya no estará.
Pasamos tantos momentos juntos, malos y buenos,
pero lo que mas recuerdo es esa dolorosa despedida.
Muchas veces me acuerdo y te echo de menos, pero
de nada sirve porque nunca volverás, tu sitio no es
este desde hace tanto tiempo...
Un día me dió por llamarte, siempre recordaré tu
voz a través del teléfono.
- ¿Quién?- dijiste con voz extrañado, como si no
supieras quien era, pero mi nombre aparecía en
la pantalla.
- ... Soy yo.
- Ya, ¿Qué quieres?
- Escuchar tu voz por última vez, solo eso...
- ¿Tiene algo de especial mi voz?
- Sí, que es tuya
Hubo un silencio pero yo sabía que él seguia ahí,
escuchaba su respiración.
-Gracias por llamarme, pero ya sabes lo que pasó
y por que me fui, ¿a que viene esto ahora?
- Simplemente te echaba de menos y quería decirte
adios por última vez, solo eso...
- Pues adios...
Me colgó. Me quedé sujetando el teléfono durante
un rato, como si esperara que su voz volviera a decir
algo, pero él ya no estaba.
.
.
.
La vida de una persona está llena de recuerdos y
la mia está llena de momentos que pasé contigo.
Si algun dia te volviera a ver, dejame besarte
una última vez, solo eso...

miércoles, 24 de febrero de 2010

Sonrie aunque sea en el reflejo de tus propias lagrimas...

En la vida hay tantísimas cosas que nos hacen daño.
Las personas sufrimos, nos caemos, nos levantamos
y volvemos a sufrir de nuevo. La vida tiene cosas
buenas, sí, pero también tiene cosas malas, por eso
yo voy caminado con pies de plomo evitando cada
mal que pueda afectarme y hacerme sufrir. Podría
decir que tengo un corazón de goma ya que por
muchos golpes que me han dado nunca han conseguido
romperlo. Gracias a esto sigo teniendo ilusión por la
vida, sueños que cuando me levanto recuerdo y sonrio,
suelto lágrimas de alegría ya que de las de tristeza
no me quedan, vivo sin que nadie me haya sentir
inferior, respiro ondo y me siento llena. No merece
la pena querer a alguien si este no siente lo mismo
que tú, no merece la pena pasarlo mal por nadie,
ni echar de menos a alguien que nunca se acordó
de ti. La vida es injusta, no por mucho que tu des
vas a recibir lo mismo. Cada uno siempre mira por
su bien y antes de ofrecer tu mano para salvar a
alguien te miras los pies para ver si tú estas seguro.
Si alguna vez lloras por algun motivo en
esta vida recuerda:
- Sonríe en el reflejo de cada lágrima...

sábado, 20 de febrero de 2010

Esperé...

Seguí un camino pensando que me llevaría
hacia un sueño. Seguí caminando sin saber
hacia donde iba solo por ese motivo, un sueño,
una ilusión, algo en lo que creía...Pero dejé de
caminar, me senté y esperé a que vinieras
a mi. Por cosas de la vida supe que no ibas a
venir, que ya habías elegido otro camino y
que ese no era el mismo que el mio. Dejé de
esperar. Me levanté y empecé a caminar sin
saber donde quería ir. No tenía ningún sueño,
ninguna ilusión, no tenía nada por lo que luchar
en ese momento pero, soy fuerte y tiré hacia
delante. Me puse a pensar y me di cuenta que
no me hace falta seguir un camino ya que los
mejores momentos de la vida son aquellos que
son inesperados, que te llegan por sorpresa,
¿para que seguir un camino entonces?
Prefiero vivir la vida tal cual viene, sin planear
nada, sin esperas eternas que no sirven para
nada, prefiero caminar donde los pies me lleven
sin seguir ningún camino...
.
.
.
Prefiero... ¡Vivir a mi manera!